Por Juan Tomás Valenzuela
A tres meses y once días,
a Polanco Severino,
lo hicién coger su camino
de Interior y Policía.
Este, y una cofradía,
según la investigación,
estaban en corrupción
operando un entramado,
desde el gobierno pasado,
cuando estaba el cabezón.
Se dice que este bandido
qué Luis nombró el mes de agosto,
estaba en un arregosto
con miembros de su partido.
Ellos estaban metidos
en un lío con la licencias
de porte de arma y tenencia
desde el mismo ministerio,
donde sin ningún criterio
se armaba a la concurrencia.
Según cuentan sus vecinos,
Severiano no es de ahora
que está tocando tambora
con similar desafino.
No se si fue con Quirino
o algún traficante en boga,
pero él ya metió en droga
desde antes del 2012,
donde se le reconoce
que ya había mordío la soga.
Queriendo evitar escándalos,
Interior y Policía,
trataba en forma sombría
la situación de este vándalo.
Estuvieron cancelándolo
por los hechos cometidos,
claro que, sin hacer ruido,
par que esta situación,
no empañe de corrupción
a los más comprometidos.
Pero es bueno que se sepa
lo que aquí estaba pasando.
Que entiendan estos mamandos
que le lamberán la arepa,
a tó el que siembre una cepa
de dolo y de corrupción.
Que en esta administración
que encabeza Abinader,
quien se quiera corromper
va directo al paredón.
Juan de los Palotes
21 diciembre 2020